Quizá era esa angustia que produce saber que se está perdiendo o ya se perdió a alguien que te importa tanto, que es un eslabón importante en tu cadena. Quizá era el miedo de saber que estaba por quedarme sola. Que estaba por enfrentar mi más grande temor. LA SOLEDAD . Quizá era que esa angustia se volvió dolor y me convirtió en una egoísta. Viví encerrada en la oscuridad tanto tiempo, pero tanto, que al momento de verme al espejo yo misma me asustaba, esa no era yo. No me encontraba, y cuando se pierde uno mismo, se pierde TODO. Me sentía tan decepcionada por todo que no era capaz de ver que mi cadena, aunque incompleta, aún existía. Me estaba auto destruyendo y nada me importaba. Todos se preocupaban al verme perdida, trataban de llenarme de amor y yo no podía corresponderles, fui tan torpe. No me sentía bien, me dolía ver cerca a alguien que sentía tan lejos. Encerrada en mi mundo, no era capaz de ver más allá, por muy evidentes que fueran las señales. Me sentía así, so