Y bien, estos días hemos estado muy sensibles ante los recuerdos de lo que fue nuestra vida.
Las cosas con las que crecimos.
Los programas, las personas...LA MÚSICA.
Yo solo debo decir:
ES BUENO RECORDAR, LE TENEMOS CARIÑO A LOS MOMENTOS QUE NOS HICIERON FELICES.
Pero ojo:
Entre recordar y aferrarse hay una ENORME diferencia.
Sí, es lindo recordar ciertos momentos que marcaron nuestra vida, de una manera positiva.
Es bueno demostrar amor de esa manera, pero todo lo que empieza, algún día se termina, inevitablemente. Ya sea porque se debe o porque se quiere... Todo en esta vida son ciclos.
Un ciclo que no se cierra, se convierte en una herida que nunca cierra y por lo tanto siempre duele.
Hay que saber despedirse de las etapas. No debemos aferrarnos, al final los más afectados seremos nosotros.
Es como una relación "amorosa". Cuando alguna de las partes se deprime por el final de ella.
Debemos pensar que por algo debió terminar, y estar conscientes de que tal vez es porque fue lo mejor.
De no haber sido necesario. ¿Por qué terminar?
Si se quieren ambos. ¿Por qué no luchar por demostrar la fuerza de su amor?
Si ya no se quieren. ¿Por qué aferrarse a algo que saben que no tiene futuro?
Si uno dejó de querer al otro. ¿Por qué ese otro se AFERRA a mantener encendida la leña verde, aunque sabe que JAMÁS sucederá?.
Piensen. Debemos salir de este ciclo enfermizo de los aferrados. Solo así podremos ser felices.
Los ciclos que no se cierran solo son buenos en programación, donde lo que se consigue es "ahorrarle trabajo al humano".
Y llega a ser fastidioso diseñarlo, probarlo una y otra vez y volver al inicio sabiendo que no terminará.
Todo comienza y termina por algo.
Recuerda con cariño y vive de eso, pero no te aferres, porque solo te haces daño. Solo le pones "limón a la herida", que de por si aún te arde.
El que mucho se aferra poco crece. Y el que poco crece, poco vive.
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