¡Amigos! He vuelto, para una NUEVA TEMPORADA, (ahora se creía Netflix la tipa)
Lo cierto es que este año la vida no me dio para mucho con este sitio, si entraba era 90% probable que los contaminara con mi frustración (como siempre).
Prueba de ello es que en el año intenté retomar dos publicaciones de 2018 que permanecerán en la pestaña oscura de borradores de aquí a que la plataforma desaparezca, porque ya no es momento de darles cierre para publicar.
Pero no, si ustedes creen que solo llegué aquí a meter ese relleno, pues se equivocan.
Como estamos en el último mes del año 2019 y no quiero que piensen que después de tantas crisis reflejadas en este, su portal de confianza, finalmente he muerto vengo a darles la señal definitiva de que retomaré esto con toda la actitud en 2020.
¿Cuáles son tus miedos?
En mi caso es complicado de explicar, porque la mezcla de sentimientos que experimento no tiene sentido.
De hecho si lo pensamos con detenimiento, nada en mi lo tiene.
Pero amigos, ahora que estoy viendo todo esto de la vida adulta más de cerca me lo estoy comenzando a creer y con ello también me estoy preocupando.
Muchos compañeros de escuela, menores que yo están descargando el estrés que los finales les provocaron y yo ahora los veo y escucho y volteo hacia la estudiante que fui y no puedo hacer más que reírme.
Y lo que sucede es que, la vida aumenta su dificultad a medida que pasan los años y no es que solo me refiera a la escuela y tampoco es que pretenda haber descubierto una novedad impactante.
Es impresionante como a lo largo de los años vamos moviendo las fichas del tablero de las prioridades hasta llegar a una forma madura de darnos cuenta que si tenemos salud tenemos TODO.
No deja de causarme gracia el hecho de que esto lo veamos ahora que nos comienza a doler la espalda, las rodillas, se nos cae el cabello y nos tiembla el ojo izquierdo por el estrés.
Vamos por la vida en escalas de temor sobre lo que no vemos como "seguro", cuando es justo eso que hacemos de lado lo que debe ser nuestra prioridad desde el principio.
Cada noche solemos ir a dormir con el firme pensamiento de que "mañana" vamos a hacer tal o cual cosa.
Pero... ¿Y SI NO? Y si nuestro mañana no llega...¿Qué?.
¿Agradecimos lo suficiente? ¿Estamos en paz? ¿Lo dimos todo?
Hay que frenar un poquito nuestro ir y venir y pensar que lo que parece insignificante ahora, el día de mañana será lo más valioso que pudimos tener y si no frenamos y lo perdemos de golpe ¿luego qué?
Al avanzar por la vida, las responsabilidades solo aumentan y se vuelven más severas, absorbentes y agresivas y todo se vuelve peor si no somos capaces de tomar decisiones acertadas sobre nuestras propias vidas por otro miedo que debería valernos un pepino, que es el bendito miedo al qué dirán, primero que todo.
Los miedos estorban, y lo que estorba hay que hacerlo a un lado para seguir caminando. Pero no ignorándolos, sino ocupándonos de ellos. La gente que te tira cada rato del castillo que estás tratando de construir para vivir también estorba, hay que quitarla, con mayor razón a la que solo está ahí para sembrar inseguridad a tus planes.
Si tu paso es firme en el camino de tu elección, una piedra en medio no tiene porqué provocar que te derrumbes. Abraza todo lo que te construye y completa.
Siéntate un momento y piensa en todo lo bello que hasta ahora por preocuparte por cosas que finalmente ves que no son tan relevantes como creías habías ignorado.
El transitar por este sendero nos garantiza que será cada vez más complicado, he ahí la importancia de ocuparnos de nuestros miedos y abrazar y agradecer por y a los que nos aman y nos impulsan a cada vez ser mejores y continuar avanzando.
Piensa que, si vives encerrado en miedos superficiales no podrás ver con claridad lo que te rodea y el día que por esa razón pierdas a tus pilares será mucho más complicado tomar la rienda, porque entonces estarás completamente solo.
Y una persona solitaria y miedosa tiene poco que aportar tanto para la sociedad, como para él mismo.
Siendo positivos y agradecidos, dejándonos sorprender por lo bonita que la vida es y levantándonos después de las caídas, les aseguro que le damos en toda la madre a lo negativo y lo trágico.
Que no se les acabe la gasolina pensando idioteces, mis niños.
Todo en esta vida se puede lograr aunque el camino se vea complicado de atravesar.
Si ahora todo se ve oscuro, recuerden que cuando más oscuro está más cerca está de amanecer.
Todo pasa... Hasta la vida.
Que no se nos pase entre temblores de ojo e histerias colectivas.
El poder siempre lo hemos tenido, hay que aprovecharlo.
Y ahora sí, supongamos que con esto pensaste.
¿Tu miedo vale que se te vaya la vida en él?
Si la respuesta es no, vas bien. Es momento de activar para cambiar lo que nos pueda hacer retroceder.
"La vida es muy bonita,y cuán dulce es."
Vívanla como les de su chingada gana, sean felices y dense las oportunidades que quieran, en tanto no le hagan daño a otra persona.
Los tipos de miedos que experimentamos en la vida, algún día hemos de poder superarlos, si queremos y trabajamos en ello.
Que no se convierta en el pretexto que justifique una existencia miserable.
AHORA SÍ...
¿Cuáles son tus miedos?
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